Como modelo de 5 puertas, el Toyota Corolla tiene un aspecto mucho más elegante y no tan estirado como la versión familiar. Pero tras dos semanas de pruebas intensivas, queda claro que «ser bonito» siempre tiene sus puntos negativos. Y en el uso diario, éstos superan claramente al mucho más inteligente Corolla Touring Sports. Al fin y al cabo, la cadena cinemática del Corolla 2.0 Hybrid ha demostrado ser una buena alternativa a muchos propulsores convencionales. En el concesionario Crestanevada de coches ocasión Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.
El Corolla 2.0 Hybrid como 5 puertas no es un coche práctico
Las tres variantes de carrocería del Corolla se basan en la misma plataforma. Sin embargo, la distancia entre ejes se reduce en 60 milímetros del familiar al 5 puertas. Eso se nota. O mejor dicho, lo sienten los pasajeros de la parte trasera. Detrás de un hombre de tamaño normal y 1,80 m de altura, sólo puede sentarse un niño. Las restricciones se extienden también a las compras. Con una longitud de 4,37 m, el Corolla es uno de los coches compactos más grandes. Sin embargo, en su maletero sólo caben dos o tres cajas de cerveza. Eso es el nivel de un coche pequeño y casi todos sus competidores pueden manejar bastante más con dimensiones más cortas. La cosa empeora aún más con equipaje no estándar, y entonces a más tardar te arrepientes de tu decisión de compra. Más información en nuestro reportaje en vídeo.
El Corolla Hybrid convence por su conducción, no por su volumen de carga
El Toyota Corolla 2.0 Hybrid 5 puertas gana puntos por su habitáculo ordenado y claro y por su potente propulsión híbrida. Potente, porque el motor de 2,0 litros no deja dudas en la conducción diaria. Claro que no se puede acelerar con él, pero ningún corredor elegiría un híbrido. Muy económico en ciudad y suficientemente rápido en autopista con un consumo contractualmente bajo. ¿Qué más se puede pedir?
Bueno, todavía hay uno o dos deseos. Para empezar, el envase tiene que ser mejor. Otros también pueden hacerlo. En segundo lugar, ya es hora de que Toyota se dedique al infoentretenimiento. Ni siquiera necesitan mejorar el suyo propio, con la interfaz de los smartphones actuales y sus sistemas operativos sería suficiente. Y el último punto criticable es que la dirección es un poco sosa, demasiado suave y el radio de giro es mayor que el de un coche de tamaño medio. Al final, son «sólo» puntos de crítica menores, ya que la conducción convence en el uso diario.