Decoración haussmanniana

En cada fachada de un edificio haussmanniano se escribe un poco de historia francesa… Desde hace más de dos siglos, este estilo arquitectónico no ha dejado de inspirar. Sus fachadas de piedra son un reclamo inconfundible… Sus molduras de yeso son un vibrante homenaje a la época de reyes y reinas… Sus macizos suelos de parqué nos recuerdan que la elegancia apenas necesita extravagancia…

Aún hoy, el estilo Haussmann es una de las joyas de la arquitectura francesa, señala Aldea Decoración. Muchas familias sueñan con dejar algún día sus maletas en uno de los pisos diseñados por el barón Haussmann. Pero, ¿cuántos saben exactamente de dónde viene esta estética puramente azul-blanca-roja?

Todo sobre el estilo Haussmann

En 1853, el emperador Napoleón Bonaparte se propuso un reto disparatado: hacer de París una ciudad digna de su prestigio. Aunque cueste creerlo, la Ciudad de la Luz no siempre fue tan reluciente… A mediados del siglo XIX, la capital de Francia se caracterizaba por sus calles estrechas, sus callejones oscuros y, sobre todo, por una higiene más que cuestionable.

Para el emperador Napoleón, esto era simplemente inaceptable. Su capital no podía permanecer decentemente en ese estado. Para hacer la ciudad más limpia, más bella y, sobre todo, más atractiva, recurrió a un hombre con el ojo de un arquitecto y la habilidad de un matemático: el barón Haussmann.

Además de las fachadas y la distribución de las habitaciones, el barón Haussmann también formalizó el número y la distribución de las plantas de sus edificios. Los auténticos edificios Haussmann tienen siempre seis plantas y cada una de ellas estaba destinada a una clase social concreta.

¿Se ha dado cuenta de que la planta baja de los edificios Haussmann es siempre la que tiene el techo más alto? Ello se debe a que Eugène Haussmann destinó originalmente esta planta a los comercios locales. Más arriba, el primer piso, a veces llamado «entresol», se utilizaba para almacenar mercancías.

No fue hasta la segunda planta cuando se construyeron pisos para particulares. El segundo piso, sobre el entresuelo, era utilizado por la nobleza y la burguesía. Los marcos de las ventanas, las refinadas molduras, los amplios balcones… Todo estaba hecho para recordar que pertenecían a la élite francesa.

El tercer y cuarto piso eran menos lujosos, sin serlo. El quinto piso, por su parte, estaba adornado con un balcón, pero sólo era utilizado por las clases bajas. Por último, la sexta planta sólo era utilizada por los sirvientes.

¿Cómo reconocer el estilo haussmanniano?

Hace falta algo más que unas cuantas molduras para llamarse piso de estilo Haussmann. El barón Haussmann era meticuloso por naturaleza y codificaba cada aspecto de sus edificios, haciéndolos reconocibles al instante.

SUELO DE MADERA MACIZA

Uno de los encantos de las residencias Haussmann es su parquet macizo. Tanto si se trata de una espina de pescado como de una espina de pescado, añade inmediatamente carácter al espacio. Qué placer es sentir que estos bosques apoyan cada uno de tus pasos…

Auténtica baza decorativa, el parqué macizo calienta las habitaciones de los pisos Haussmann y da ganas de acurrucarse en ellas.

LA CHIMENEA

¿Qué es lo primero que se percibe al entrar en un salón haussmanniano?  Sin duda, la imponente chimenea de mármol que se asienta con orgullo en el centro de la sala.

Originalmente destinada a proteger a los habitantes de la miseria del invierno, esta chimenea abierta es ahora más decorativa que otra cosa.

MOLDURAS

Por último, pero no menos importante: las molduras. Situados en la base de las paredes, en las puertas, en la chimenea o en el techo, aportan elegancia a cada una de las habitaciones de los pisos haussmannianos.

¿Cómo decorar un piso de estilo Haussmann?

La historia de los edificios Haussmann es fascinante. Siempre es sorprendente ver hasta qué punto la visión de un hombre ha influido en la historia de un país… Incluso hoy en día, la minuciosa obra realizada por el barón Eugène Haussmann bajo la dirección del emperador Napoleón deja a uno sin palabras.

Pero aquí está la cuestión… Para los contemporáneos, cuando se trata de decorar su piso Haussmann, no siempre es fácil encontrar el equilibrio adecuado entre la modernidad y el respeto a la tradición. Afortunadamente, basta con seguir estos consejos de los profesionales para tener (por fin) una decoración haussmanniana de éxito.

Instala el imprescindible espejo moldeado

Si tuviera que comprar un solo accesorio decorativo para su salón haussmaniano, no se lo piense dos veces: opte por un enorme espejo con molduras.

Colocado delicadamente en el borde de la chimenea, amplía el espacio y aporta elegancia al edificio. Para completar el cuadro, coloca un jarrón con flores y una lámpara de diseño delante. El efecto está garantizado.

Tenga en cuenta que también es posible instalarlo en el suelo en un vestidor o en un dormitorio.

Además, para romper el aspecto tradicional, puedes repintar el espejo en un tono más moderno. ¿Por qué no pruebas con un espejo negro sobre una chimenea blanca? El contraste es sencillo, elegante y, sobre todo, terriblemente adictivo.

Sublimar los nichos del salón

No es raro ver salones haussmannianos con nichos ingeniosamente colocados a ambos lados de la chimenea. ¿Su función? Para limitar la pérdida de espacio en el suelo actuando como espacios de almacenamiento.

A menudo rechazados por los propietarios de viviendas, estos espacios pueden convertirse fácilmente en auténticas obras de arte. Coge una lata de pintura y vuelve a pintarlas como quieras. Azul pato, fucsia, naranja vitamina… Los colores vivos se prestan especialmente bien a este ejercicio.

Iluminar la sala con clase

En el siglo XIX, era importante tener una buena altura de techo. Por ejemplo, algunos pisos haussmannianos tienen techos a 3,20 metros o más del suelo. Esto no sólo da una sensación de espacio, sino que todo este volumen tiene otra ventaja…

Para que esta altura sea una ventaja, opta por grandes lámparas colgantes con un aspecto decididamente moderno. Éstas le permitirán subrayar agradablemente el espacio y romper ese efecto de vacío que puede instalarse en los grandes espacios.

Atrévete con las paredes oscuras

Cuando Eugène Haussmann diseñó estos pisos, soñó en blanco. Sin embargo, no hace falta que sigas sus pasos… Repintando algunos tramos de pared en negro o verde oscuro, puedes crear un contraste moderno y contemporáneo que resaltará la belleza del parquet.

Pero cuidado… Si los colores oscuros son bienvenidos, es preferible limitar su uso a unas pocas secciones. Por ejemplo, puedes vestir tu entrada o repintar de negro el aseo de visitas. El estilo Haussmann extrae todo su encanto de sus colores puros, pero tenga cuidado de no ser demasiado entusiasta…

Aportar toques de color

Siguiendo con el consejo anterior, ilumina la habitación eligiendo muebles de colores vivos. Un sofá azul cian, una alfombra magenta, unos artilugios decorativos con los colores del arco iris… Para que tu piso haussmaniano sea cálido, añade un poco de color aquí y allá.

A veces, un toque de color es todo lo que necesitas para revitalizar una habitación. No hay que olvidar que los pisos de Haussmann son todos blancos en su forma original. A pesar de la presencia de molduras y parquet, una decoración demasiado inmaculada puede parecer muy rápidamente desprovista de alma.

Añadir plantas de interior gigantescas

Pocos parisinos tienen la misma altura de techo que un piso haussmaniano. Sería un crimen de lesa majestad no aprovecharlo…

Para vestir tus habitaciones y dejar que la madre naturaleza hable, instala plantas de interior XXL en tu salón. Las grandes plantas verdes añaden un toque de poesía que va perfectamente con la locura de la grandeza que caracterizó el reinado de Napoleón Bonaparte.

Strelitzia reginae, monstera, plátano, licuala grandis, pachira… Instaladas en tu salón o en tu baño, estas titánicas plantas te harán sentir bien y limpiarán el aire. Tantas ventajas para estas plantas de interior XXL…